Reflexiona:

«la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados»

Piensa:

Cuando vas a una exposición de arte, un desfile de moda, a un museo o a cualquier sitio en el que se exhiba algo, es interesante escuchar las opiniones de la gente alrededor. Hay gente a la que le gusta y otras a las que les parece lo más feo o aburrido del planeta. Hay artistas que hacer arte por el simple placer que les da, y hay otros que buscan y necesitan el reconocimiento y la aceptación de los demás. Y es aquí donde las cosas se complican, porque si tratamos de agradar a todos, entonces perderemos de vista nuestra propia identidad y felicidad.

Todos tienen una opinión de todo y de todos, siempre hay algo qué decir a favor o en contra. Y hoy el Evangelio nos recuerda que no debemos preocuparnos por las opiniones negativas de los demás, sino por agradar a Dios, debemos siempre actuar conforme a su voluntad, aunque esto nos lleve a veces a sufrir críticas.

El camino del cristiano nos lleva muchas veces por rutas que van en contra de la forma común de actuar de los demás, y esto no siempre es bien visto. Actuar con generosidad en un entorno lleno de egoísmo, no es apreciado; pero eso no debe desanimarnos a hacer el bien.

El reproche que Jesús hace a los fariseos es un recordatorio para todos nosotros de que no debemos estar pendientes de la opinión de los demás, sino de ser fieles en el cumplimiento de la voluntad de Dios.

Hoy es momento de retomar aquello bueno que hemos dejado de lado por miedo a las críticas o porque la opinión de otros nos ha desanimado, retomemos los buenos proyectos con energías renovadas y una nueva actitud ante los comentarios negativos que nos podamos encontrar, no claudiquemos en nuestros esfuerzos por construir un mundo mejor.

Dialoga:

Señor Jesús, dame la gracia de saber imitarte e ignorar las críticas del mundo cuando actúo conforme a la voluntad de Dios; dame el coraje de saber continuar a pesar las críticas y las voces que intenten alejarme del camino que tú quieres que recorra.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor, ayúdame a fijarme solo en la opinión que tú tienes de mí»

Recalculando:

Cuántas veces sales de tu casa con la ropa que crees que los demás te halagarán. Cuántas veces haces algo sólo por el «qué dirán». Hoy haz una obra para ti mismo, hazte un favor espiritual, tómate tu tiempo para orar, para sentarte a dialogar con el Señor y pregúntale qué es lo que él quisiera de ti. Estoy seguro de que encontrarás una respuesta, y tu modo de actuar será cada vez más acorde a los valores del Evangelio. Toma como opción estar a la escucha del maestro.

Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 7:31-35

Jesús siguió diciendo:

«Ustedes, los que viven en esta época, son como los niños que se sientan a jugar en las plazas, y gritan a otros niños:

“Tocamos la flauta,
pero ustedes no bailaron.
Cantamos canciones tristes,
pero ustedes no lloraron.”

Porque Juan el Bautista ayunaba y no bebía vino, y ustedes decían que tenía un demonio. Luego, vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y ustedes dicen que soy un glotón y un borracho; que soy amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero recuerden que la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados.»

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual  ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.