De la misma manera que un paisaje borroso cambia cuando usamos anteojos, adquiriendo belleza y definición; los ojos del espíritu se abren a la belleza espiritual y a la definición divina del amor a través de la fe.  Exceptuando la salvación eterna, en todas las decisiones difíciles de la vida —la carrera, el trabajo, la casa— no hay una decisión más compleja y trascendental que el elegir a la persona con la que compartiremos el resto de la vida. A través de la fe, descubrimos que la otra persona no es una decisión más, sino la más grande e importante de todas, de la que depende la plenitud de nuestra propia existencia.

El amor no es solamente una búsqueda personal, sino una vocación divina. Dios, desde el principio, nos hizo a su imagen. Dios es amor y fuimos creados para amar. Hay una voz interior que nos invita a amar. Hay un llamado divino que nos lanza en la búsqueda de aquella persona con la que seremos «una sola carne». Hay un grito eterno que nos dice: «no es bueno que estés solo».

Al encontrar a esa persona, es bueno detenernos y agradecer a Dios que nos ha permitido encontrar de entre los 7.4 billones (7.400.000.000) de personas del mundo, esa persona que él pensó desde la eternidad, creó en el tiempo e hizo que un día se cruzara en nuestro camino. En oración pidamos a Dios que no permita nunca que las preocupaciones de la vida nos impidan ver el milagro de nuestra unión.

Para los que aún continúan en la búsqueda, es bueno recordar que esta búsqueda es, ante todo, una búsqueda del espíritu. Te invito a dialogar con Dios en el silencio de tu corazón, porque él sabe los planes que tiene para ti. Pídele que te guíe en tu búsqueda. Pídele que proteja tu corazón vulnerable. Pídele que te ayude a ver el amor con los ojos de la fe.

He aquí algunos versículos que te ayudarán a ver el regalo amor con los ojos de la fe:

1.     Génesis 2:18:

Luego, Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que sea una ayuda adecuada para él».

2.     Proverbios 18:22

Encontrar esposa es encontrar lo mejor:

es recibir una muestra del favor de Dios.

3.     Mateo 19:4-5

«Jesús les contestó: —¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, “hombre y mujer los creó”? Y dijo: “Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona”».

4.     Jeremías 29:11

Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.

Te invito a leer la Palabra de Dios para que, a través de tu vida, sus palabras de aliento sean una luz que dé claridad a tu matrimonio.

¿Ya has compartido esta luz bíblica con tu pareja? Déjanos tu comentario