Desde temprana edad, muchas personas comienzan a soñar con la emoción de comprometerse. Pero cuando me comprometí, me sentí aterrorizada. ¿Por qué? Porque tenía un secreto: estaba caminando con el corazón roto. Después de ser abandonada por mi padre, y después de haber pasado por un compromiso fallido, mi corazón estaba en ruinas.

Después de ser abandonada por mi padre, y después de haber pasado por un compromiso fallido, mi corazón estaba en ruinas.

¿De qué tenía tanto miedo? ¿Podría comprometerme a amar a alguien para siempre? ¿Permitiría que alguien me amara?

Como consecuencia de mi corazón roto, luché por entregar el cien por ciento de mí a alguien o a algo. Entonces, comencé a pedirle a Dios que arreglara los pedazos rotos de mi corazón. Sabía que si Dios no restauraba mi corazón, mi matrimonio terminaría antes de que empezara.

Me dirigí a la Palabra de Dios y leí en Ezequiel 36:26: «Pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil».

Después de dieciséis años, y la bendición de dos hijos, mi matrimonio es más fuerte que nunca, y mi corazón ha sido restaurado.

Con el tiempo, Dios comenzó a reparar mi corazón. Ya no caminaba sintiéndome amargada y hosca; en cambio, caminé con un corazón completamente capaz de amar a los que me rodeaban. Después de dieciséis años, y la bendición de dos hijos, mi matrimonio es más fuerte que nunca, y mi corazón ha sido restaurado.

¿Estás viviendo con un corazón roto? ¿Sientes que tu corazón ha sido destrozado por una relación rota, un hogar roto o incluso una promesa rota? ¿Tienes miedo de que tu «corazón de piedra» te haya impedido amar a los demás?

Dios quiere restaurar tu corazón. Y él quiere darte un nuevo corazón, uno que te permita ser amado y amar a los demás. Si estás tratando de restaurar un corazón roto hoy, comienza a meditar sobre estas tres promesas de la Palabra de Dios:

1. Dios tiene el poder para sanar tu corazón. Él sana a los que tienen roto el corazón, y les venda las heridas. – Salmos 147:3
2. Dios está cerca. El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza. – Salmos 34:19
3. Dios se interesa por ti.  Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes. – 1 Pedro 5:7

Originalmente publicado en inglés en el Bible Blog de American Bible Society el 13 de agosto de 2015.