Como seguidores de Cristo debemos regocijarnos siempre, en las buenas y en las malas. Es más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? Afortunadamente, en el apóstol Pablo tenemos un modelo ejemplar para encontrar gozo en tiempos de gran lucha a través de la confianza en Jesús.

En su misión de difundir la fe cristiana, Pablo soportó la persecución, el encarcelamiento, las amenazas a su vida y, en última instancia, la muerte. Sin embargo, sus escritos están llenos de alegría y regocijo debido a la promesa de salvación de Cristo.

Entonces, la próxima vez que busques alegría ante el desafío, intenta recurrir a Pablo para obtener un poco de inspiración:

1. Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense! Que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca. – Filipenses 4:4
2. Porque si Dios, cuando todavía éramos sus enemigos, nos reconcilió consigo mismo mediante la muerte de su Hijo, con mayor razón seremos salvados por su vida, ahora que ya estamos reconciliados con él. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios mediante nuestro Señor Jesucristo, pues por Cristo hemos recibido ahora la reconciliación. – Romanos 5:10-11
3. Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús. -  1 Tesalonicenses 5:16-18
4. Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder de Espíritu Santo. – Romanos 15:13
5. …y con alegría darán gracias al Padre, que los ha capacitado a ustedes para recibir en la luz la parte de la herencia que él dará al pueblo santo. – Colosenses 1:11b-12

Originalmente publicado en inglés en el Bible Blog de American Bible Society el 29 de julio de 2014.