Al crecer en los años 90 fui bombardeada con mensajes de autoestima 24/7. Casi todas las películas de preadolescentes de Disney o Nickelodeon se desplegaron con el mismo mensaje: ¡Sé tú mismo! ¡No dejes que nadie apague tu brillo!

Todo sonaba bien, pero parecía estar en desacuerdo con otro mensaje que recibía de adultos cristianos bienintencionados en mi vida: Eres pecadora! ¡Quien eres es inherentemente mal y corrupt!

Cuando era niña, que estaba tratando de encontrar mi lugar en el mundo, no sabía qué voz creer. Me preguntaba: ¿Cómo puedo ser yo misma, si soy mala? Oré fervientemente para que Dios me hiciera pura. Anhelaba ser buena, honesta y no sentir culpa. Y pensé que rezar y leer mi Biblia me haría digna a los ojos de Dios.

Pero, a medida que crecí, me di cuenta de que no me estaba viendo a mí misma a través de los ojos de Dios. Realmente me estaba viendo a través de los ojos de los demás.

Amado como eres

¿Alguna vez te has sentido así antes? ¿Culpable? ¿Asustado porque quieres hacer lo correcto, pero sabes que nunca serás perfecto? ¿Deseando ser tú mismo pero incapaz de saber lo que eso significa?

Cuando ahora me siento así, trato de tomarme el tiempo para preguntarme: ¿Quién dice Dios que soy?

Dios en su Palabra nos dice que somos dignos de ser conocidos, amados y celebrados tal como somos. Jesús dice que nos ama a pesar de que somos pecadores, y no tenemos que ocultar quiénes somos del mundo. También dice que está con nosotros para ayudarnos a ser más como él, y no simplemente porque somos pecadores, sino porque Dios nos ama y quiere cosas buenas para nosotros.

La bondad no es un castigo o una norma imposible que Dios establece para nosotros. Es una promesa de amor y aceptación. A medida que nos parecemos más a Jesús, Jesús continúa apreciándonos y celebrándonos.

Si necesitas un recordatorio de la aceptación de Dios y la celebración de quién eres, medita sobre estas cinco verdades en las Escrituras:

El Señor se regocija en quien eres.

El Señor tu Dios está en medio de ti; ¡él es poderoso, y te salvará!
El Señor estará contento de ti.
Con su amor te dará nueva vida;
en su alegría cantará. — Sofonías 3:17

Dios nunca te abandonará.

Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
tú, Señor, te harás cargo de mí. —Salmos 27:10

Dios te ha escogido.

Pero ustedes son una familia escogida, un sacerdocio al servicio del rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. Y esto es así para que anuncien las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa. — 1 Pedro 2:9

Dios sabe cada cosa sobre ti y te ama implacablemente.

Tus ojos vieron mi cuerpo en formación;
todo eso estaba escrito en tu libro.
Habías señalado los días de mi vida
cuando aún no existía ninguno de ellos.

Oh Dios,
qué profundos me son tus pensamientos;
¡infinito es el conjunto de ellos! — Salmos 139:16-17

Debido a que Dios te acepta, puedes compartir esa aceptación con los demás.

Así pues, acéptense los unos a los otros, como también Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de Dios — Romanos 15:7

Originalmente publicado en inglés en el Bible Blog de American Bible Society el 18 de abril de 2019.