Todo comenzó con una llamada telefónica que me tomó desprevenido.

–«Papá está en el hospital», dijo mi hermana.

–«¿Qué le pasa?», le pregunté.

–«No lo sabemos. Simplemente no se sentía bien. Te mantendré informado».

Ojalá hubiera podido decir: «Me estoy metiendo en mi auto. Estaré allí», pero no pude, porque vivía a once horas de distancia.

Me sentí impotente, y mi ansiedad se aceleró. Así que mantuve un flujo constante de mensajes de texto, llamadas y mensajes de voz. Pero como no sabíamos lo que estaba mal con mi papá, ni siquiera podía ocuparme de buscar causas, tratamientos y pronósticos en WebMD.

Después de todos los pensamientos de ansiedad, preguntas y «qué pasaría», llegó la noticia de que mi padre solo necesitaba un marcapasos y debería estar bien. Los médicos dijeron que se iría a casa en unos pocos días. Pero incluso con esa seguridad momentánea, sabía que tendría que vivir con el conocimiento de que cualquier cosa podría pasarle a mi padre en cualquier momento, y no estaba en mis manos el poder hacer algo para evitar que sucediera.

Encontrar la paz en la incertidumbre

Cuando me siento impotente para ayudar a los que amo cuando están enfermos, me resulta fácil abrumarme. ¿Alguna vez te has sentido así? ¿Estás luchando para hacer frente a la enfermedad de un ser querido?

Ver a alguien que amas sufrir de una enfermedad, ya sea que vivas lejos o cerca, a veces puede parecer imposible de soportar. Pero Dios puede darte fuerza para enfrentar la incertidumbre. Cuando estás en necesidad, él te cuida. Y Dios se preocupa por los que amas incluso mejor que tú. La Biblia nos dice que «¡su amor es eterno!» (Salmos 136: 26b). Podemos contar con que Dios nos amará bien.

Si estás ansioso por un ser querido enfermo hoy, únete a mí para orar por él o ella y por ti mientras leemos las Escrituras a continuación:

Señor, ver a alguien que amo sufrir de una enfermedad es doloroso. Desearía poder arreglarlo, pero eso no es posible. Ayúdame a estar en paz sabiendo que te preocupas por por mi ser querido.

«No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús» (Filipenses 4:6-7).

Ayúdame a sentir tu presencia y consuelo hoy. Anímame a través de tu Espíritu a confiar que, aunque no pueda curar a mi ser querido, tú lo estás cuidando.

«Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas» (Josué 1:9).

Dios, gracias por amarme. Ayúdame a recordar que tienes el control y muéstrame cómo confiar en ti para tener fortaleza y consuelo hoy. Amén.

«Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se le doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo» (Juan 14:27).

Originalmente publicado en inglés en el Bible Blog de American Bible Society el 27 de junio de 2017.