Un reciente estudio muestra que el 60 por ciento de la generación del milenio está experimentando una crisis del cuarto de vida. Para las generaciones anteriores la crisis generalmente llegaba alrededor de los 50 años, o sea, una crisis de mediana edad.

Según un estudio hecho por el Banco First Direct, en el Reino Unido, y reportado en el sitio web de la revista Esquire: «De los 2.000 británicos de entre 25 y 35 años que fueron encuestados, el 60 por ciento dijo que luchaba por salir adelante en medio de presiones financieras, profesionales y personales». Uno de los problemas principales para un 53 por ciento de los encuestados es que están gastando más cada mes de lo que están ganando.

Tres versículos que pueden ayudar

Generalmente, cuando una crisis así te envuelve, la primera reacción no siempre es abrir la Biblia y comenzar a leerla. Sin embargo, por generaciones, muchas personas han hallado en ella palabras de consejo y de consuelo, y cuando las muchas presiones te están abrumando, vale la pena fijar tu mente en estas palabras sanas.

El autor de Eclesiastés tiene una sugerencia sabia que puede servir como base fundamental: «Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven y que aún no han llegado los tiempos difíciles; ya vendrán años en que digas: “No me trae ningún placer vivirlos.”» (12:1). Bueno, quizá ya han llegado los tiempos difíciles. Ahora, ¿qué?

1. Santiago en su carta dice: «Alégrense profundamente…cuando se sientan cercados por toda clase de dificultades. Es señal de que su fe, al pasar por el crisol de la prueba, está dando frutos de perseverancia. Pero es preciso que la perseverancia lleve a feliz término su empeño, para que ustedes sean perfectos, cabales e intachables» (1:2-4 BLPH).
2. En el Evangelio de Mateo, Jesús en el Sermón del monte, presenta palabras prácticas para poner en contexto lo que más se teme en una crisis de este tipo. «No anden preocupados pensando qué van a comer o qué van a beber para poder vivir, o con qué ropa van a cubrir su cuerpo. Así pues, no se atormenten diciendo: “¿Qué comeremos, qué beberemos o con qué nos vestiremos?”. Esas son las cosas que preocupan a los paganos; pero el Padre celestial ya sabe que las necesitan.» (6:25, 31-32 BLPH).
3. «El Señor dirige los pasos del hombre y lo pone en el camino que a él le agrada; aun cuando caiga, no quedará caído, porque el Señor lo tiene de la mano» (Salmos 37:23–24).

Quizá la Biblia no ha sido el primer recurso para combatir la realidad de tu crisis, pero ahora has visto algo del consejo que te ofrece. Te invito a leer más y a que confíes en sus palabras oportunas.