Reflexiona:
Jesús dijo: «Piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen».
Piensa:
La vida es un constante cambio, a cada momento nos enfrentamos a situaciones que nos piden reaccionar, hacer cambios para adecuarnos a las circunstancias. Desde cosas simples como darte cuenta de que no hay azúcar y tener que endulzar tu té con miel, o encontrarte una calle cerrada y tomar una ruta alterna para llegar al colegio. Pero también nos enfrentamos a otros momentos de cambios personales para crecer como individuos. Algunos son pequeñas mejoras de actitud o hábitos, pero otros nos exigen hacer un replanteamiento existencial para conseguir resultados distintos a los que tenemos.
Para conseguir pequeñas mejoras en nuestra vida, podemos limitarnos a hacer pequeños cambios. Sin embargo, si queremos una transformación más radical, nos veremos obligados a cambiarlo todo, de principio a fin. Algo muy fácil de decir, pero no tan fácil de hacer ya que las resistencias para cambiar lo que ya nos produce algún rendimiento, aunque no sea suficiente, pueden ser muchas.
Hoy el Evangelio nos apremia a tomar una decisión, simple pero no sencilla: ser discípulos o ser espectadores. Ser discípulo, como nos dice Jesús, implica un cambio radical en nuestra forma de ver la vida, es aprender a dejar de lado nuestras comodidades y poner a Dios en primer lugar de nuestra vida.
Ante esta invitación el Señor nos pide una respuesta, pero nos recuerda que debe ser una respuesta reflexionada, no basada en la emoción, debe surgir de la convicción de perseverar hasta el final. Claro, la recompensa que nos ofrece es grande, pero ¿estás listo para dar una respuesta radical? ¿Qué cosas crees que te impiden decidirte a decir sí? ¿Qué te asusta más en el camino del discípulo?
Dialoga:
Señor Jesús, fortalece mi fe para poder decir sí, y seguir el camino que me propones. Ayúdame a ser tu discípulo y a abrazar los problemas y los sufrimientos con los que me pueda encontrar cada día, con una visión valiente sabiendo que, contigo de mi lado, todo lo puedo.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, ayúdame a transformar mi vida»
Recalculando:
Para redireccionar tu vida, con la reflexión de este Evangelio, te propongo que el cambio sea con algo que verdaderamente te cueste. Por ejemplo, esta semana, deja de hacer alguna actividad que te guste y reemplázala por una obra de caridad, como ir a visitar un enfermo o ser voluntario en una agencia de ayuda humanitaria. Este tiempo que dedicas, será la clave para poderte evaluar en tu camino hacia Jesús.
Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 14:25-33
Una gran cantidad de gente caminaba con Jesús. De pronto, él se volvió y les dijo:
«Si alguno de ustedes quiere ser mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a sus hermanas. Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida. Si ustedes no están dispuestos a morir en una cruz, y a hacer lo que yo les diga, no pueden ser mis discípulos.
»Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿qué es lo primero que hace? Pues se sienta a pensar cuánto va a costarle, para ver si tiene suficiente dinero. Porque si empieza a construir la torre y después no tiene dinero para terminarla, la gente se burlará de él. Todo el mundo le dirá: “¡Qué tonto eres! Empezaste a construir la torre, y ahora no puedes terminarla.”
»¿Qué hace un rey que sólo tiene diez mil soldados, para defenderse de otro rey que lo va a atacar con veinte mil? Primero tendrá que ver si puede ganar la batalla con sólo diez mil soldados. Y si ve que no puede ganar, aprovecha que el otro rey todavía está lejos y manda mensajeros a pedir la paz.
»Por eso, piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen.»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Leer más posts sobre: Lectio Divina
Gracias al apoyo fiel de nuestros socios financieros, American Bible Society ha ayudado a las personas a interactuar con el mensaje transformador de la Palabra de Dios por más de 200 años.
Ayúdanos a compartir la Palabra de Dios con los más necesitados
Haz Tu Donación AhoraSubscríbete
Quiero recibir consejos, materiales y recursos bíblicos.