Reflexiona:
«¿Qué es correcto hacer en día de descanso? ¿Hacer el bien, o hacer el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?»
Piensa:
Cuando era niño mi mamá siempre me decía: «No hagas cosas buenas que parezcan malas», y es que vivimos en un mundo muy dado a juzgar las apariencias y no el fondo de las cosas, y el temor al escrutinio hace que muchas personas no actúen o dejen de realizar buenas obras.
Hoy Jesús nos da dos mensajes, primero nos recuerda que el amor y la ayuda al necesitado, están por encima de las leyes o los preceptos, y las apariencias. Y segundo, que nada nos debe impedir hacer el bien, cuando nos topamos con una persona que necesita ayuda debemos estar listos para socorrerlo.
También es importante ser conscientes de nuestra actitud con las demás personas que tratan de hacer cosas positivas, porque no siempre nos toca ser la parte afectada, a veces somos nosotros quienes actuamos como los fariseos, criticando a los demás, y somos soberbios pensando que tenemos el derecho de señalar las faltas de los demás, ignorando las propias.
El Evangelio de hoy nos recuerda que en el mundo hacen falta más actos de bondad, de caridad y de amor; hace falta ser valientes y defender lo que es justo, aun cuando seamos criticados por actuar correctamente. Y por otro lado nos advierte de no dejarnos llevar por el egoísmo y no ser un impedimento para otros en su servicio a los demás.
Hoy Jesús nos llama como al hombre enfermo y nos dice «extiende la mano», como un símbolo de que nos da todo lo necesario para poder ayudar, ahora depende de nosotros qué haremos con las oportunidades que se nos presenten.
Aprovechemos este día para hacer un cambio de actitud, seamos valientes para actuar, mesurados para juzgar y generosos para ayudar.
Dialoga:
Señor Jesús, ayúdame a ser valiente para saber actuar siempre correctamente, sin importar las críticas que pudiera recibir, dame un corazón humilde para saber reconocer el esfuerzo de mis hermanos para llevar una vida más generosa y permíteme ayudarles en lugar de ser una piedra de tropiezo para ellos.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, que nada me impida hacer el bien»
Recalculando:
Alguna vez pensaste en realizar esa buena acción, algo pasó que no lo lograste. Seguro que eso quedó en tu corazón y ahora es el tiempo de realizar ese bien. Puede ser atender necesidades de alguien, de un apoyo a quien lo necesita, o simplemente ofrecer tu tiempo para un servicio. Verás que cuando lo cumples, estarás dando un sentido nuevo a tu vida.
Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 6:6-11
Otro sábado, Jesús fue a la sinagoga para enseñar. Allí estaba un hombre que tenía tullida la mano derecha.
Los fariseos y los maestros de la Ley estaban vigilando a Jesús, para ver si sanaba la mano de aquel hombre. Si lo hacía, podrían acusarlo de trabajar en el día de descanso.
Jesús se dio cuenta de lo que ellos estaban pensando, así que llamó al hombre que no podía mover la mano y le dijo: «Levántate, y párate en medio de todos.»
El hombre se levantó y se paró en el centro.
Luego Jesús dijo a todos los que estaban allí: «Voy a hacerles una pregunta: “¿Qué es correcto hacer en día de descanso? ¿Hacer el bien, o hacer el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?”»
Y después de mirar a todos, Jesús le dijo al hombre: «Extiende la mano».
El hombre la extendió, y la mano le quedó sana.
Pero aquellos hombres se enojaron muchísimo y comenzaron a hacer planes contra Jesús.
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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