Evangelio de hoy: San Mateo 5:1–12
Reflexiona:
Jesús dijo: Dios bendice a los que sufren, pues él los consolará.
Piensa:
Es muy normal que, ante una tragedia familiar o desastres naturales, parezca que no hay nada más en qué tener fe. Por momentos la desesperación nos hace su presa y perdemos la esperanza. Pero es importante recordar que la grandeza de la humanidad no está en poder prevenir todo cuanto puede salir mal, sino en saber sobrellevar todas estas pruebas y salir adelante, incluso, más fuerte que antes. Has notado lo que sucede después de un sismo o un huracán: las personas comienzan a ayudarse, surge la bondad, la ayuda humanitaria y todas las diferencias cotidianas se dejan de lado, en busca de el bien común. Aun cuando estas situaciones no las deseamos, es importante ver que después de vivirlas, las reacciones humanas y el servicio a los demás nos hacen sentir bien.
Así debemos ser siempre, no permitamos que el mundo pierda la esperanza, debemos aceptar con resignación las pruebas, pero no de forma pasiva y derrotista; debemos tener una actitud propositiva para salir adelante, porque si alguna vez te preguntas: ¿Qué es lo que Dios hace ante tanta tragedia?... la respuesta es muy sencilla: Dios te ha hecho a ti. Cada uno de nosotros estamos aquí para ser esos bienaventurados, que lleven esperanza y consuelo a quien lo necesite.
Dialoga:
Señor Jesús, quiero agradecerte por estar siempre a mi lado, aunque la duda y la desesperanza acechen a mi corazón. Gracias porque siempre me acompañas, me cuidas y me consuelas. Permíteme ser una luz en medio de tanta oscuridad. Dame el valor para ser un agente de cambio, un mensajero de la alegría en medio de la tempestad.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Dios bendice»
Recalculando:
Todos los días nos encontramos con gente que sufre: gente sin empleo, indigentes, trabajadores ambulantes que apenas tienen lo suficiente para vivir, compañeros de colegio víctimas del bullying. Hoy te invitamos a hacer un acto de bondad para alguien que lo necesite. Recuerda que, aunque parezca algo muy simple, puedes hacer la diferencia en sus vidas.
Texto del Evangelio de hoy:
Cuando Jesús vio a tanta gente, subió a una montaña y se sentó. Los discípulos se le acercaron, y él comenzó a enseñarles:
«Dios bendice a los que confían
totalmente en él,
pues ellos forman parte de su reino.
Dios bendice a los que sufren,
pues él los consolará.
Dios bendice a los humildes,
pues ellos recibirán la tierra prometida.
Dios bendice a los que desean la justicia,
pues él les cumplirá su deseo.
Dios bendice a los que son compasivos,
pues él será compasivo con ellos.
Dios bendice a los que tienen
un corazón puro,
pues ellos verán a Dios.
Dios bendice a los que trabajan
para que haya paz en el mundo,
pues ellos serán llamados hijos de Dios.
Dios bendice a los que son maltratados
por practicar la justicia,
pues ellos forman parte de su reino.
»Dios los bendecirá a ustedes cuando, por causa mía, la gente los maltrate y diga mentiras contra ustedes. ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! Porque van a recibir un gran premio en el cielo. Así maltrataron también a los profetas que vivieron antes que ustedes.»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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