Nuestra familia está fortalecida en Cristo y en su Palabra.
Trabajemos intencionalmente para que nuestra familia esté cimentada en la roca y para que dé testimonio del poder transformador de Dios y la Palabra.
Las familias en la actualidad se clasifican por sus variadas características. Unas son nucleares, otras extendidas, unas multiculturales, otras reconstituidas, unas monoparentales y ahora otras homoparentales.
Siendo la familia la primera institución establecida por Dios, y denominada por los hombres como la base de la sociedad, debería caracterizarse en primera instancia por su creencia y su fe en aquel que la creó e instituyó.
Tristemente estamos lejos de esa verdad y así lo confirma la decadencia de tantas familias alrededor del mundo. La lejanía de Dios, su Creador, ha llevado a estas familias a destrozarse, corromperse y desvanecerse en la ausencia de la verdad de la Palabra y en las trampas y mentiras del mundo. Nuestra familia es un regalo de Dios, tenga las características que tenga, por lo que nuestra familia debe caracterizarse por el amor y la dependencia de Dios.
Dios debe ser el inicio, el centro y el todo de nuestra familia, desde el momento de ser constituida con el sagrado vínculo del matrimonio (Génesis 2:24). Debemos entregar a Dios cada decisión como matrimonio, cada hijo concebido, pues es él quien nos lo regala (Salmo 127:3), y cada temporada para ser dirigida por él, a través de su Santo Espíritu.
¡Solo las familias que reconocen a Dios como el centro de sus vidas y de su existencia, permanecerán por generaciones! Solo estas familias que reconocen la importancia de estudiar la Palabra, y vivirla día a día, serán prosperadas y tendrán éxito (Josué 1:7-8). ¡Solo estas familias, cimentadas en la roca, serán invencibles y brillarán ante la oscuridad y tinieblas que puedan venir!
Reconozcamos hoy nuestra necesidad de establecer nuestra familia sobre la roca. Unámonos en oración, dediquemos nuestra familia a Dios día a día, y estudiemos la Palabra que nos alimentará y fortalecerá para resistir cualquier situación (Efesios 6:13).
¡Queremos saber de ti! Comparte tu testimonio de cómo tu familia ha sobrepasado circunstancias difíciles por haber estado sobre la roca.
«El que escucha lo que yo enseño y hace lo que yo digo, es como una persona precavida que construyó su casa sobre piedra firme» Mateo 7:24.
«Dios es como una alta torre; hacia él corren los buenos para ponerse a salvo» Proverbios 18:10.
Gracias al apoyo fiel de nuestros socios financieros, American Bible Society ha ayudado a las personas a interactuar con el mensaje transformador de la Palabra de Dios por más de 200 años.
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