Reflexiona:
Jesús dice: «¿Qué es correcto hacer en sábado: el bien o el mal?».
Piensa:
En algunos países las leyes te dicen que cuando hay un accidente es mejor no meterse hasta que llegue la policía. Y…qué pasaría si tú observas que una persona está pasando por un percance y si no la atiendes tú, puede perder la vida… ¿Te dejarías llevar por esa ley, o te arriesgarías a quedar involucrado con tal de salvar a alguien? Piensa en alguien que tuvo un accidente y quedó malherido expuesto a que otros vehículos lo atropellen y tantas otras circunstancias parecidas que conocemos diariamente.
Lamentablemente en nuestras comunidades también tenemos muchas leyes implícitas, incluso en las formas religiosas. Y a veces a nosotros mismos tenemos que tomar la iniciativa de hacer el bien, aun cuando no se vea correcto a los ojos de los demás.
Es bueno tomar en cuenta que Jesús nos pide siempre superar todos los obstáculos para obrar con el bien. Es decir, anticiparse a «ser buenos» lo que significa saber optar por ayudar a los demás y estar en la defensa del más necesitado, aunque quede en ridículo, aunque luego me señalen por ayudar a personas que otros tal vez no hubieran ayudado. Jesús siempre nos va a juzgar bien por hacer el bien. Es muy bueno recordar también que la omisión de no hacer el bien que podemos hacer es algo grave, de lo cual daremos cuentas en algún momento. Por lo tanto, nunca te canses de hacer el bien.
Dialoga:
Señor Jesús, la relación que llevo contigo me hace repensar mucho en mi vida y en mis actitudes. Tal vez estoy más atento y preocupado a las cosas que otros opinen de mí, que al bien que puedo hacer. Hoy quiero pedirte que me ayudes a discernir dónde tengo que hacer el bien y cómo debo hacerlo. Ayúdame a estar atento, a no omitir mi accionar cuando puedo ayudar a otros. Muéstrame el camino y dame fuerzas para cumplirlo.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor que siempre esté atento para hacer el bien a los demás»
Recalculando:
Cercano a ti, seguramente hay en tu grupo alguna persona que por motivos diversos es menos aceptada en el ambiente social. Identifica a esta persona, y haz un esfuerzo grande por acercarte, dialogar y ofrecerle apoyo si lo necesita. Muchas veces hacer el bien está más cerca de lo que pensamos. Atendiendo a aquellos más marginados, seguro te sientes más cerca de la vivencia del evangelio.
Texto del Evangelio de hoy: San Marcos 3:1-6
Jesús volvió a entrar en la sinagoga. Allí había un hombre que tenía una mano tullida.
Los fariseos estaban vigilando a Jesús para ver si sanaba a ese hombre en día sábado, y poder así acusarlo de trabajar en ese día de descanso.
Jesús le dijo al enfermo: «Levántate y ponte en medio de todos.»
Luego, les preguntó a los que estaban allí: «¿Qué es correcto hacer en sábado: el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?»
Pero nadie le contestó. Jesús miró con enojo a los que lo rodeaban y, al ver que eran muy tercos y no tenían amor, se puso muy triste. Entonces le dijo al enfermo: «Extiende la mano.»
El hombre extendió la mano, y la mano le quedó sana.
Los fariseos salieron de la sinagoga y enseguida se reunieron con los partidarios del rey Herodes; y juntos comenzaron a hacer planes para matar a Jesús.
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Leer más posts sobre: Lectio Divina
Gracias al apoyo fiel de nuestros socios financieros, American Bible Society ha ayudado a las personas a interactuar con el mensaje transformador de la Palabra de Dios por más de 200 años.
Ayúdanos a compartir la Palabra de Dios con los más necesitados
Haz Tu Donación AhoraSubscríbete
Quiero recibir consejos, materiales y recursos bíblicos.