Reflexiona:

«Quien no está contra nosotros, realmente está a nuestro favor.»

Piensa:

Vivimos en una sociedad donde nos han inculcado a ser celosos de nuestro círculo y nuestra «manada». En el colegio no es raro ver grupos de amigos que desacreditan a otros solo por no pertenecer a su círculo; en el trabajo es casi «normal» que los empleados busquen como eliminar a la competencia para subir de puesto; en la iglesia tampoco faltan los grupos que no apoyan e incluso sabotean las obras de otros grupos, por el simple hecho de que no fue su idea.

¡Qué importante es que reflexionemos en el mensaje del Evangelio de hoy!, aprender a valorar, promover y apoyar las buenas obras sin importar a quien se le ocurrió, porque no debemos olvidar que Dios no nos pertenece, ni siquiera como Iglesia somos exclusivos portadores del amor de Dios. Eso nos debe quedar muy claro: nuestro prójimo no está solo en quien comparte nuestro credo, sino en todos y por lo tanto cualquiera puede sentir la inspiración divina para realizar obras buenas.

Hoy Jesús nos hace un llamado a la unidad. Date cuenta como las personas se unen muy fácilmente para realizar vandalismo, pero qué difícil es unir a las personas para una buena causa. Tendemos a desconfiar de las intenciones y motivos de otros, pero hoy Jesús nos recuerda que «quien no está contra nosotros, está con nosotros» por lo tanto debemos sentirnos unidos y comprometidos con cualquier iniciativa que promueva la caridad, el servicio y la ayuda comunitaria.

Trabajemos para quitarnos esa mentalidad de «club exclusivo», y aprendamos a reconocer las buenas obras que realice cualquier persona.

Dialoga:

Señor Jesús, enséñame a vivir con la disposición para aceptar el buen corazón de cualquier persona, así como tu lo haces. Dame la gracia de saber valorar las buenas intenciones de los demás sin importar su religión, color, condición social o su pasado; para que juntos construyamos un mundo mejor para todos.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor, enséñame a ser incluyente como tú»

Recalculando:

Para darte cuenta de que sí estás cumpliendo con el Evangelio, te invito a que te fijes en alguna persona de tu ambiente laboral o estudiantil, con la que nunca entablaste relaciones, por pensar que no era de tu categoría social o cultural. Acércate, dialoga, intenta conocer sus necesidades y busca no discriminar a nadie porque piensas que no está a tu altura. Verás que el Evangelio se va encarnando en ti poco a poco.

Texto del Evangelio de hoy: San Marcos 9:38-40

Juan, uno de los doce discípulos, le dijo a Jesús:

—Maestro, vimos a alguien que usaba tu nombre para sacar demonios de las personas, pero nosotros le dijimos que no lo hiciera, porque él no es de nuestro grupo.

Pero Jesús dijo:

—No se lo prohíban, porque nadie podría maldecirme después de haber hecho un milagro usando mi nombre. Quien no está contra nosotros, realmente está a nuestro favor.

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.