Evangelio de hoy: San Juan 14:1-6

Reflexiona:

Jesús dijo: «Confíen en Dios y confíen también en mí».

Piensa:

En el mundo actual nos topamos con ausencias de verdad por todos lados, en los avisos comerciales, la política, las autoridades, etc.; que ya es muy difícil saber en quién o qué podemos creer. De hecho, creer o confiar en alguien o algo, se ve como un signo de debilidad.

Pero hoy Jesús nos invita a no sentirnos «menos» por creer, nos pide que tengamos confianza en que todo tiene un propósito. Principalmente nos invita a confiar en él y en lo que nos ha prometido. Para eso es muy importante día a día profundizar en sus promesas.

Y ¿cómo podemos demostrar esa confianza? Muy sencillo: actuando de la manera correcta ante cada situación. No dejes de hacer las cosas buenas, solo porque parezca que a nadie le importa, confía en que todos tus esfuerzos tendrán una gran y hermosa recompensa.

Dialoga:

Señor Jesús, tú conoces mi alma y mi corazón. Cuántas veces he preferido confiar en otras cosas antes que en tus promesas. Hoy quiero pedirte perdón por todas las veces que he dejado que las apatías me alejen de ti. Quiero pedirte que fortalezcas mi corazón para que no pierda la fe. Para que no me canse de hacer el bien.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor Jesús, en ti confío»

Recalculando:

La mente humana es como un mueble con muchos cajones, en donde a veces guardamos cosas que no son muy útiles. Hoy te invitamos a hacer un pequeño ejercicio de depuración de esas cosas tóxicas que te hacen caer en la duda y la desesperanza. ¿Qué ideas o miedos tienes que te impiden ser feliz?

Como segundo paso elimina mensajes negativos de desesperanza de tus redes sociales, no difundas mensajes de desánimo y derrota. Busca siempre dar un mensaje de esperanza con tus publicaciones.

Texto del Evangelio de hoy:

Poco después, Jesús les dijo a sus discípulos:

—No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Ustedes ya saben a dónde voy, y saben también el camino que deben tomar.

Pero Tomás le dijo:

—Señor, si no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber qué camino tomar?

Jesús le respondió:

—Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre.

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual  ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.