Reflexiona:
«Prefiero que sean compasivos con la gente, y no que me traigan ofrendas.»
Piensa:
Es triste darnos cuenta como en la era de las tecnologías que ayudan a acercarnos incluso con gente en el espacio, existen tantos discursos de discordia y de división.
Nos escandalizamos ante hechos trágicos de nuestra historia como el holocausto y el discurso de odio racial; o la era del esclavismo y el discurso de odio contra otros diferentes. Pero en nuestra vida cotidiana también tenemos actitudes de división: criticamos a quien se «viste feo», al que usa tatuajes, a la madre soltera, al que no va a la iglesia. Pareciera que nos gusta sentirnos dignos de decir quién está en lo correcto y quién no.
Por eso es muy importante el mensaje del Evangelio de hoy. Jesús nos recuerda que nadie debe ser catalogado como indigno del perdón de Dios. Todos podemos ser llamados a su servicio, sin importar nuestro pasado. Por eso no debemos levantar el dedo para señalar o segregar a nadie. Solo Dios tiene el poder de convertir el corazón de cualquiera para ser un discípulo suyo.
Y también es un mensaje de esperanza para todos aquellos que nos sentimos indignos ante los demás, que pensamos que por nuestras faltas o nuestros errores estamos lejos de Dios. No hay nada más lejos de la realidad. Dios no nos pide ser perfectos, nos pide ser obedientes y dóciles. Él nos conoce, sabe de nuestras fallas y debilidades, pero nos ama infinitamente y nos pide que lo sigamos. Nos da una y mil oportunidades para servir a nuestros hermanos y dar testimonio de su amor.
¿Cuál es mi actitud ante mis hermanos? ¿Tengo un corazón generoso que busca la inclusión y la aceptación de todos? ¿O tengo una actitud negativa y margino a quien creo que se ha equivocado?
Y conmigo mismo ¿soy consciente de que Dios me ama a pesar mis errores? ¿Tengo un corazón atento a su invitación para hacer un cambio en mi vida? ¿Soy capaz de dar una respuesta inmediata como Mateo?
Dialoga:
Gracias Señor, porque sé que me amas a pesar de mis múltiples fallas y errores. Ayúdame a no dejarme vencer por la vergüenza y la desesperanza. Dame el valor para escuchar tu llamado y hacer un cambio en mi vida. Y también te pido que me des un corazón generoso para saber reconocer que todos somos dignos ante tus ojos para ser discípulos y trabajar para construir tu reino.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, dame el valor de seguirte sin dudarlo»
Recalculando:
Hoy te proponemos que dejes de hacer alguna acción que verdaderamente te gusta, por ejemplo, ir al cine, o ir al bar a sentarte a conversar con tus amigos. Y este tiempo, lo utilices para hacer algo diferente, visitar a un enfermo, ayudarle a alguien en tus estudios que no progresa. Sentirás que seguir al Señor se realiza con pequeños pasos poco a poco.
Texto del Evangelio de hoy: San Mateo 9:9-13
Cuando Jesús salió de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado cobrando impuestos para el gobierno de Roma. Entonces Jesús le dijo: «Sígueme».
Mateo se levantó y lo siguió.
Ese mismo día, Jesús y sus discípulos fueron a comer a casa de Mateo. Allí también estaban comiendo otros cobradores de impuestos y gente de mala fama. Cuando algunos fariseos vieron a toda esa gente, les preguntaron a los discípulos:
—¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con pecadores?
Jesús oyó lo que decían los fariseos y les dijo:
—Los que necesitan del médico son los enfermos, no los que están sanos. Mejor vayan y traten de averiguar lo que Dios quiso decir con estas palabras: “Prefiero que sean compasivos con la gente, y no que me traigan ofrendas”. Yo vine a invitar a los pecadores para que sean mis discípulos, no a los que se creen buenos.
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Leer más posts sobre: Lectio Divina
Gracias al apoyo fiel de nuestros socios financieros, American Bible Society ha ayudado a las personas a interactuar con el mensaje transformador de la Palabra de Dios por más de 200 años.
Ayúdanos a compartir la Palabra de Dios con los más necesitados
Haz Tu Donación AhoraSubscríbete
Quiero recibir consejos, materiales y recursos bíblicos.