Reflexiona:
Jesús dijo «Si alguno quiere ser mi discípulo, tiene que estar siempre dispuesto a morir y hacer lo que yo mando».
Piensa:
La vida no es sencilla, siempre está llena de obstáculos y turbulencias que nos quieren derribar. A cada paso nos topamos con situaciones que nos hacen dudar de si en realidad vale la pena esforzarnos tanto por hacer las cosas bien. Pareciera que el quien quiere hacer el bien le va mal. Y eso puede ser una tentación para alejarnos del camino y buscar atajos para conseguir lo que consideramos nos dará la felicidad.
Pero hoy Jesús nos recuerda que ser un seguidor es ir detrás del maestro. Es imitar sus pasos y caminar por donde él mismo caminó, pero no lo hacemos sin esperanza. Nos promete que al finalizar esas dificultades, su gracia prevalecerá; si somos capaces de mantenernos fieles entonces triunfaremos como él lo hizo.
Tampoco significa que debemos buscar el dolor y sufrimiento de manera sádica, sino que cuando se nos presenten situaciones difíciles no temamos afrontarlas y «cargar nuestra cruz». No con una mentalidad conformista viviendo en el fondo del dolor, sino viendo esas situaciones como una forma de acercarnos más a Dios, quien nos ayudará a salir victoriosos.
Así que ahora que iniciamos la cuaresma no temamos sufrir, no busquemos vivir una vida relajada y cómoda, arriesguémonos y vayamos detrás del Señor por el camino de la cruz.
Dialoga:
Señor Jesús, no permitas que las dificultades de la vida o el dolor me hagan alejarme de tu camino; permíteme la gracia de ser un discípulo fiel para perseverar hasta el final.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, acepto mi cruz para ir detrás de ti»
Recalculando:
Para el día de hoy te invito a que busques a alguna persona que esté cercana y que tú sepas que está pasando por dificultades. Muchas veces son dificultades económicas, o de salud, o familiares. Identifícala y acércate, tal vez no puedas solucionar lo que necesite, pero puedas darle ánimo para que no se sienta tan sola y recordarle que tenga confianza en sí misma, que tal vez es lo que necesite. No dejes pasar mucho tiempo, para que sí te des cuenta que orar con el Evangelio te cambia también a ti.
Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 9:22-25
Jesús también les dijo a sus discípulos: «Yo, el Hijo del hombre, voy a sufrir mucho. Los líderes del país, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley me rechazarán y me matarán; pero tres días después resucitaré.»
Después Jesús les dijo a todos los que estaban allí:
«Si alguno quiere ser mi discípulo, tiene que olvidarse de hacer lo que quiera. Tiene que estar siempre dispuesto a morir y hacer lo que yo mando. Si alguno piensa que su vida es más importante que seguirme, entonces la perderá para siempre. Pero el que prefiera seguirme y elija morir por mí, ése se salvará. De nada sirve que una persona sea dueña de todo el mundo, si al final se destruye a sí misma y se pierde para siempre.»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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