Evangelio de hoy: Lucas 17:20-25

Reflexiona:

Jesús dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia.

Piensa:

Hay una frase que reza: «Vive cada día como si fuera el último, pero planea como si fueras a vivir para siempre”, aunque esto parece contradictorio en realidad es un excelente consejo. Si sabemos aprovechar cada momento de nuestra vida para hacer el bien, entonces seremos felices y nos dejará de importar que suceda mañana, lo importante es cuánto bien puedes hacer hoy. Pero al mismo tiempo es necesario tener planes a futuro, aprovechar cada día para plantar semillas sin importar si viviremos suficiente para ver crecer los árboles.

¿A cuántas fechas del fin del mundo hemos sobrevivido? Podríamos decir que están de moda las profecías sobre el juicio final, muchos se aprovechan del miedo de las personas para sacar provecho. Por eso el Evangelio de hoy nos recuerda que nadie sabe cuándo sucederá. Así que no nos dejemos engañar, y no permitamos que el miedo nos haga hacer tonterías.

Dialoga:

Señor Jesús, ayúdame a saber aprovechar cada momento para hacer el bien. Dame la sabiduría para reconocer tu presencia en mi vida y no permitas que el miedo me aparte de ti. Quiero abandonarme a ti, entregarte cada minuto de mi vida, para convertirme en un mensajero y reflejo de tu amor entre mis hermanos.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor, en ti confío»

Recalculando:

La confianza es un valor que debemos cultivar en nuestras vidas, no sólo en la teoría, sino también aprender a confiar. Aunque me guste a mí ser el que defina las cosas y los tiempos, hoy voy a confiar en alguien una actividad para poder sentirme en equipo. Busca a alguien para delegarle una función y confía que lo hará bien. Y por otro lado te invito a que busque a alguien que por algún motivo tiene miedo, y acércate para apoyarle en su vida y disminuir su temor, con tu confianza.

Texto del Evangelio de hoy:

Algunos fariseos le preguntaron a Jesús:

—¿Cuándo comenzará Dios a reinar aquí?

Jesús respondió:

—El reino de Dios no es algo que pueda verse. Tampoco se puede decir: “¡Aquí está!” o “¡Allí está!” Porque el reino de Dios ya está entre ustedes.

Luego, Jesús les dijo a sus discípulos:

«Llegará el día en que ustedes van a querer ver, por lo menos un momento, cuando yo, el Hijo del hombre, me presente con todo mi poder y gloria. Algunos les dirán: “¡Allí está!” o “¡Aquí está!”, pero no vayan. Cuando yo, el Hijo del hombre, regrese, todos me verán. Será como un relámpago que alumbra todo el cielo. Pero primero tendré que sufrir cosas terribles, y la gente de este tiempo me rechazará.

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual  ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.