Reflexiona:
Jesús dijo: «Los fariseos enseñan una cosa y hacen otra».
Piensa:
Hemos llegado a un punto cultural en el que nos mueve más aparentar, que ser. Publicamos fotos sonriendo en nuestras redes sociales, pero en realidad estamos tristes, subimos nuestra «selfie» en el viacrucis para aparentar ser muy piadosos, pero no ponemos atención y mucho menos somos capaces de imitar a Jesús en su entrega. Emitimos duras críticas a políticos y servidores públicos corruptos, pero buscamos librarnos de una multa de tránsito dándole un soborno al policía.
Hoy, Jesús nos advierte sobre la actitud hipócrita de los fariseos y los pone como ejemplo de lo que no debemos hacer. Pero ¿en verdad escuchamos a Jesús? ¿o es más sencillo seguir viviendo en la hipocresía aparentando ser buenos?
El Evangelio de hoy es una invitación a realizar un acto de introspección para identificar esas actitudes superficiales que solo buscan quedar bien ante el mundo, pero que en realidad no son acciones sinceras. Dejemos de juzgar a la Iglesia, los sacerdotes, los políticos, a nuestros padres; y mejor comencemos por tener un verdadero cambio interior, para vivir acorde a lo que Jesús nos pide.
Porque sólo cuando somos capaces de dejar a un lado nuestra vanidad, comenzamos a vivir con una verdadera actitud cristiana.
Dialoga:
Señor, muchas veces pierdo el tiempo juzgando a otros o viviendo de las apariencias para quedar bien ante el mundo; pero me olvido de vivir con una verdadera actitud acorde a tu doctrina. Ayúdame a ser perseverante, a conocerte y a poner en práctica tus palabras para transformar mi vida en un verdadero testimonio de tu amor.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, quita las máscaras de mi vida»
Recalculando:
Hoy te invitamos a repensar en tu vida cuántas veces por quedar bien con otros ocultas la verdad y no dices tus puntos de vista. Ser veraz, ser auténtico con respeto siempre a los demás, pero transparentando los valores del evangelio que hay en tu vida. Piensa en una acción concreta que puedas hacer para demostrar tu asertividad.
Texto del Evangelio de hoy: San Mateo 23:1-12
Tiempo después, Jesús les dijo a la gente y a sus discípulos:
«Los fariseos y los maestros de la Ley son los que más conocen la ley de Moisés. Ustedes deben hacer todo lo que ellos digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque enseñan una cosa y hacen otra. Imponen mandamientos muy difíciles de cumplir, pero no hacen ni el más mínimo esfuerzo por cumplirlos. Todo eso lo hacen para que la gente los vea y los admire. Por eso escriben frases de la Biblia en papelitos que guardan en cajitas de cuero, y se las ponen en la frente y en los brazos. Cada vez hacen más grandes esas cajitas y los flecos que le ponen a la ropa, para que la gente piense que son muy obedientes a Dios. Cuando van a la sinagoga o asisten a fiestas, les encanta que los traten como si fueran los más importantes. Les gusta que la gente los salude en el mercado con gran respeto, y que los llame maestros.
»Pero ustedes no esperen que la gente los llame maestros, porque ustedes son como hermanos, y tienen solamente un maestro. No le digan padre a nadie, porque el único padre que ustedes tienen es Dios, que está en el cielo. Tampoco esperen que la gente los trate como líderes, porque yo, el Mesías, soy su único líder. El más importante de ustedes deberá ser el sirviente de todos. Porque los que se creen más importantes que los demás serán tratados como los menos importantes. Y los que se comportan como los menos importantes serán tratados como los más importantes.»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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