Reflexiona:
Jesús dijo: «Lo que hace impura delante de Dios a la gente, es lo que la gente dice y hace».
Piensa:
Todos los días a cada minuto nos hacemos juicios sobre las personas: por cómo se visten, cómo hablan, los gestos que hacen, la forma en que caminan. Y no es algo malo, es simplemente una reacción humana. Pero si revisamos las noticias policiacas nos daremos cuenta de cuantas personas muy bien vestidas y de apariencia agradable son estafadoras, asesinas, violadoras; y si nos dedicamos un momento a observar a nuestro alrededor también veremos a muchas personas que por su apariencia física podríamos juzgarla de manera negativa, pero que son gente trabajadora, padres ejemplares, estudiantes dedicados.
Eso es lo que nos enseña el Evangelio de hoy, Dios no nos juzga por nuestra apariencia o por las costumbres sociales, Él ve en nuestros corazones y sabe lo que ahí habita. Eso es lo que nos hace dignos o indignos de su presencia.
Y nos dice que nuestros actos son los que reflejan lo que hay en nuestro corazón, por ello debemos cuidar con qué llenamos nuestra vida, ¿qué es lo que dejamos que entre en nuestra mente? Si se llena de cosas negativas entonces actuaremos de manera negativa; pero si nos preocupamos por alimentarnos de generosidad, amor, compasión, alegría, entonces nuestra vida será un reflejo de esos valores.
No te preocupes por lo que comes o bebes, o por la ropa que usas; preocúpate por lo que entra en tu mente y por cómo actúas ante la necesidad de las personas que te rodean.
Dialoga:
Señor Jesús, tú me conoces, sabes lo que hay en mi corazón y en mi mente. Te pido que vengas a mí y que liberes mi espíritu de todas esas cosas negativas que me alejan de ti y que con tu gracia llenes mi corazón de tu amor para que sea un verdadero templo de tu Espíritu.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, llena mi corazón y mi mente de ti»
Recalculando:
Nuestra vida es como una gran valija en la que vamos guardando cosas que llevamos cargando. ¿Qué es lo que hay en tu equipaje? ¿Son cosas negativas o positivas? Hoy te invitamos a hacer un ejercicio de reflexión para «limpiar» tu maleta, saca aquellas cosas que no son útiles para hacerla más ligera y dejar espacio para nuevas cosas positivas. Busca al menos una cosa concreta.
Texto del Evangelio de hoy: San Marcos 7:14-23
Luego Jesús llamó a la gente y dijo: «Escúchenme todos, y entiendan bien: La comida que entra por su boca no los hace impuros delante de Dios. Lo que los hace impuros son los insultos y malas palabras que salen de su boca.»
Cuando Jesús dejó a la gente y entró en la casa, los discípulos le preguntaron qué significaba esa enseñanza. Él les respondió: «¿Tampoco ustedes entienden? Nada de lo que entra en la persona la hace impura delante de Dios. Lo que se come no va a la mente sino al estómago, y después el cuerpo lo expulsa.»
Jesús dijo eso para que supieran que ningún alimento es impuro. Y también dijo:
«Lo que hace impura delante de Dios a la gente, es lo que la gente dice y hace. Porque si alguien dice cosas malas, es porque es malo y siempre está pensando en el mal, y en cómo hacer cosas indecentes, o robar, o matar a otros, o ser infiel en el matrimonio. Esa gente vive pensando solamente en cómo hacerse rica, o en hacer maldades, engañar, ser envidiosa, insultar y maldecir a otros, o en ser necia y orgullosa.»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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