Reflexiona:

Jesús dijo: «No crean que vine a quitar la ley ni a decir que la enseñanza de los profetas ya no vale. Al contrario: vine a darles su verdadero valor». 

Piensa:

Todos los días en muchos lugares nos topamos con noticias en las que personas que han cometido delitos salen libres porque existe alguna «laguna legal» o por «falta de documentación» que los exonera de culpa. Por el contrario, hay casos en los que, por no poder demostrar su inocencia, por falta de recursos o por ignorancia, personas que no han cometido ningún delito son encarceladas.

Esto viene al caso para la reflexión de hoy. Jesús nos hace ver que el simple cumplimiento de las leyes no nos hace buenas personas, porque los fariseos eran los más estrictos en su cumplimiento, pero eran tan radicales que, en su afán de hacer el bien, terminaban por hacerle la vida imposible a todos, e incluso justificaban algunas malas acciones al amparo de la ley de Moisés.

Y esto nos puede pasar a todos, muchas veces nos olvidamos que hacer el precepto que debe regir nuestras vidas es «el amor». Si basamos nuestras acciones en el amor, todo lo demás viene de la mano. Es cuando los mandamientos toman sentido y se convierten en realidad para nuestra vida. Y por el contrario si el amor no está presente en nuestras vidas entonces todas las oraciones y los ritos, pierden sentido.

Jesús hoy nos invita a hacer un acto de autoevaluación y preguntarnos ¿Busco cumplir la ley de Dios para agradarle o solo para alimentar mi ego? ¿Mis acciones son guiadas por el amor, o aparento ser bueno para convertirme en juez de los demás?

Dialoga:

Señor Jesús, ayúdame a encontrar la felicidad en el cumplimiento de tu palabra. No permitas que actúe como un robot realizando acciones mecánicas solo como rutina, sino que sepa interiorizar tu palabra y convertirla en vida.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «La ley sin amor, no es útil»

Recalculando:

Hoy busca hacer algo diferente, como esa «milla extra» que pidió caminar Jesús con quien te pidiera compañía. Por ejemplo, si tienes un horario de trabajo y te das cuenta que alguien del grupo está atrasado, quédate para ayudarlo. Ve más allá del horario, del simple «cumplir». De la misma manera puedes hacerlo con un compañero de estudio, o con alguien que simplemente necesite ver en ti a alguien que está dispuesto a ir más allá de lo establecido, para ser más cortés, mejor persona, aunque signifique renunciar a un descanso.

Texto del Evangelio de hoy: San Mateo 5:17-19

«No crean que vine a quitar la ley ni a decir que la enseñanza de los profetas ya no vale. Al contrario: vine a darles su verdadero valor. Yo les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni siquiera un punto o una coma se quitará de la ley, hasta que todo se cumpla. Por eso, si alguien no obedece uno solo de los mandatos de Dios, aun el menos importante, será la persona menos importante en el reino de Dios. Lo mismo le sucederá al que enseñe a otros a desobedecer. Pero el que obedezca los mandamientos y enseñe a otros a obedecerlos, será muy importante en el reino de Dios.»

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.