Reflexiona:

Jesús dijo: «Ustedes oyen mi mensaje y no cambian».

Piensa:

Imagina que estás en una ciudad que no conoces y tratas de llegar a una dirección que no has estado antes, entonces miras un mapa para ubicarte, comienzas a caminar, pero después de avanzar un rato te das cuenta que no llegas y pides indicaciones a un transeúnte y te dicen que estás yendo en sentido opuesto, ¿Cuál sería tu reacción? ¿Continuar por esa misma ruta o corregir el rumbo? Tendrías que corregir tu ruta, es lógico, ¿verdad?

Bueno pues muchas veces en la vida nos pasa que ignoramos la lógica y preferimos continuar caminando, aunque no estemos yendo por el camino correcto. ¿Cuántas veces nos sucede que seguimos cometiendo los mismos errores? ¿conservando las compañías que no nos ayudan a crecer? ¿mantenemos nuestras malas actitudes? Aun cuando sabemos que nos está haciendo daño.

Como ves, no siempre es sencillo actuar de manera lógica. Es algo que vemos en el Evangelio de hoy, Jesús llega a cumplir todas las profecías hechas al pueblo de Israel, les da las señales, los enfermos sanan, los ciegos ven… pero ellos seguían sin creer. ¿Crees que eran personas necias? Sí. Pero hoy en día nosotros seguimos actuando como ellos, a pesar de que Jesús nos sigue hablando cada día, nos acompaña, nos enseña, nos indica cuál es el camino que debemos seguir; muchas veces nosotros preferimos seguir actuando a nuestra manera, ignorando sus palabras y simplemente llevando una vida triste y vacía.

El Evangelio de hoy es una llamada de atención para esa actitud de necedad, que nos aparta de Dios y nos sume en el dolor y la desesperanza.

Dialoga:

Señor, que diferente sería mi vida y cuánto podría cambiar el mundo si supiera escucharte con atención y poner en práctica tus palabras; pero muchas veces dejo que mi terquedad me aleje de ti y me aparto de tu gracia. Ayúdame para que, lleno de alegría y optimismo, dedique mi tiempo a escucharte y a poner en práctica mi fe para servir felizmente a mis hermanos.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor, guíame por el camino del bien»

Recalculando:

Hoy te propongo que puedas ser un verdadero testigo de Jesús el Salvador ante alguna persona que tú sepas que por motivos personales está en alguna crisis de fe. Preséntate no con discursos elaborados, pero lo importante es tu cercanía y que vea en ti un interés verdadero para que tu opción por Jesús que salió a tu encuentro, también sea motivante para los demás.

Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 11:29-32

Mucha gente se acercó para escuchar a Jesús. Entonces él les dijo:

«Ustedes me piden como prueba una señal, pero son malos y no confían en Dios. La única prueba que les daré será lo que le pasó a Jonás. Así como él fue señal para los habitantes de la ciudad de Nínive, así yo, el Hijo del hombre, seré una señal para la gente de este tiempo.

»La reina del Sur se levantará en el día del juicio, y hablará contra ustedes para que Dios los castigue. Ella vino desde muy lejos para escuchar las sabias enseñanzas del rey Salomón, ¡y ustedes no quieren escuchar mis enseñanzas, aunque soy más importante que Salomón!

»En el juicio final, la gente de la ciudad de Nínive también se levantará, y hablará contra ustedes. Porque esa gente sí cambió de vida cuando oyó el mensaje que le anunció Jonás. ¡Pero ustedes oyen mi mensaje y no cambian, a pesar de que soy más importante que él!»

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.