Reflexiona:
Cuando José despertó, obedeció al ángel de Dios y se casó con María.
Piensa:
De una u otra forma todos tenemos planes qué haremos por la tarde, qué haremos el fin de semana, qué va a pasar al terminar el colegio, qué carrera estudiaremos, etc.
Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar, de dónde vienen esos planes? ¿Porqué has tomado esas decisiones?
Hoy el Evangelio nos presenta la figura de José, el padre adoptivo de Jesús, sin duda alguna él tenía muchos planes para sí y su familia, estaba comprometido, quizá pensaba tener muchos hijos, tener su taller y envejecer junto a María de manera ordinaria, como cualquier otro matrimonio; pero Dios tenía otros planes, lo había escogido para otra misión, y junto con María estaban destinados a ser más que una familia ordinaria.
José tuvo dudas, pero se dejó guiar por Dios y estuvo atento a sus indicaciones. En dos ocasiones se nos presenta a José siendo avisado sobre los planes de Dios y en ambos casos el Evangelio nos dice que al despertar José puso en marcha aquello que le fue encomendado.
Qué fácil sería nuestra vida y cuantos dolores de cabeza nos ahorraríamos si supiéramos, como José, estar atentos a las indicaciones de Dios, si dejáramos que él nos diga cuál es el camino a seguir, y sobre todo si tuviéramos la prontitud de poner en marca los planes que Dios tiene para nosotros.
El texto de hoy es un reconocimiento a la personalidad santa de José, pero también es una invitación, un recordatorio de que Dios nos habla todos los días y si sabemos escucharlo y obedecerle, entonces, grandes cosas sucederán en nuestras vidas.
Dialoga:
Señor Jesús, en la figura de tu padre adoptivo, José, nos has dejado un gran ejemplo de docilidad y obediencia, dame la gracia de saber imitarlo para estar siempre pendiente de la inspiración divina y sobre todo ayúdame a tener un corazón obediente para dejarme guiar de acuerdo a los planes de Dios.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, dame un corazón dócil a tu palabra»
Recalculando:
Seguramente tienes dudas sobre algunas actividades a realizar si serán o no buenas para ti. Te proponemos que una de esas actividades la pongas en manos de Dios y comiences a realizarla. Seguramente si es de Dios, te sentirás muy bien. Y si no es de Dios, tendrás tiempo de enmendarte. Pero no dudes, comienza por hacerla para que te puedas dar cuenta.
Texto del Evangelio de hoy: San Mateo 1:16, 18-21, 24a
José, el esposo de María, la madre de Jesús, conocido como el Mesías.
Así fue como nació Jesús, el Mesías: su madre, María estaba comprometida para casarse con José. Pero antes de que vivieran juntos, se supo que ella estaba embarazada. José era un hombre bueno y obediente a la ley de Dios. Como no quería acusar a María delante de todo el pueblo, decidió romper en secreto el compromiso.
Mientras pensaba en todo esto, un ángel de Dios se le apareció en un sueño y le dijo: «José, no tengas miedo de casarte con María. El Espíritu Santo fue quien hizo que ella quedara embarazada. Cuando nazca el niño, lo llamarás Jesús. Él va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados.»
Cuando José despertó, obedeció al ángel de Dios y se casó con María.
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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