Reflexiona:
Jesús dijo: «Dios les dará la misma medida que ustedes den a los demás».
Piensa:
Qué diferente sería el mundo si cada uno de nosotros, en lugar de preocuparse solo por nuestras necesidades, dedicáramos más tiempo a ayudar a otros. La cultura del egoísmo nos ha convencido de que en la escala de prioridades lo más importante somos nosotros y que primero debemos procurar nuestro bienestar y, si nos sobra algo, después podremos ayudar a otros.
Pero Jesús hoy nos invita a seguir un estilo de vida diferente. Nos dice que la felicidad no está en acumular cosas para nosotros, sino en dar a otros para que sean felices y en la medida que seamos generosos, esa generosidad será devuelta a nosotros de parte de Dios.
Sin duda alguna no es fácil, casi siempre pensamos que no tenemos nada que dar, pero la generosidad no proviene de la cantidad que tienes para dar, sino de las ganas que tienes de entregarte. Todos tenemos mucho que dar: dar nuestro tiempo y compañía; dar una sonrisa amable, aun a aquellos que no nos corresponden; dar paciencia a quien nos hace enojar; dar una palabra de aliento a quien se siente desolado.
La generosidad es como tener una cuenta de inversión en el banco de Dios, cada acción de caridad y generosidad que tenemos para con nuestros hermanos, va sumando a nuestra cuenta y Dios, que es un Padre amoroso nos devolverá con grandes intereses lo que nosotros hemos sabido dar a otros.
Dialoga:
Señor, tú siempre me has colmado de bienes y dones. Hoy quiero poner todo cuanto tengo al servicio de mis hermanos; dame la gracia de saber reconocer las necesidades de los demás y tener la sabiduría para ayudarles a salir adelante.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, enséñame a ser bondadoso»
Recalculando:
En este tiempo de cuaresma Dios nos invita a encontrarnos con él en el camino de la pasión, pero no solo en rezo del viacrucis, sino en el sufrimiento de todas las personas que nos rodean. Hoy te invitamos a practicar la generosidad. Seguramente conoces a alguien que sufra, se sienta solo, esté necesitado. ¿Cómo puedes ayudarlo? Plantéate una acción concreta.
Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 6:36-38
«Ustedes deben ser compasivos con todas las personas, así como Dios, su Padre, es compasivo con todos.»
Jesús también les dijo:
«No se conviertan en jueces de los demás, y Dios no los juzgará a ustedes. No sean duros con los demás, y Dios no será duro con ustedes. Perdonen a los demás y Dios los perdonará a ustedes. Denles a otros lo necesario, y Dios les dará a ustedes lo que necesiten. En verdad, Dios les dará la misma medida que ustedes den a los demás. Si dan trigo, recibirán una bolsa llena de trigo, bien apretada y repleta, sin que tengan que ir a buscarla.»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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