Reflexiona:

«…hay que echar vino nuevo en recipientes nuevos.»

Piensa:

Desde hace un año la Iglesia prepara el Sínodo con el tema «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional». Parece que el texto de hoy nos recuerda el tema de la renovación constante en la que vivimos: la naturaleza, la tecnología, la medicina y la ciencia. Todo cambia, avanza y es necesario que nosotros como jóvenes provoquemos también ese cambio, pero un cambio positivo.

Basta de las generaciones de jóvenes que se quejan de todo, pero no proponen nada. No debemos ser odres viejos que al recibir cosas nuevas se rompen. Jesús fue una gran revolución para su tiempo, no basó su vida en la aplicación de las normas antiguas que mantenían sometido al pueblo mediante el temor y el sufrimiento, sino que nos vino a dejar un mensaje de alegría y esperanza. Nos invita a vivir con amor, pero no amor propio, sino amor a nuestro prójimo, porque quien ama a su prójimo no es capaz de hacerle daño, sino que busca su bien.

Así pues, hoy nosotros jóvenes de este milenio estamos invitados a ser parte de una nueva revolución dentro de la Iglesia. No es secreto que en los últimos años la participación de los jóvenes ha disminuido, aburridos quizá o relegados por los mayores; pues bien, el Evangelio de hoy nos invita a no alejarnos, sino a ser proactivos, a ser artífices del cambio, a imprimir un nuevo aire al Evangelio para que sea escuchado, seguido y anunciado por una voz joven, como la tuya y la de cada joven en tu comunidad, colegio o familia.

Dialoga:

Señor Jesús, hoy me invitas a ser parte del cambio en la Iglesia, con la dosis de energía, alegría y positivismo que mi juventud me regala. Quiero poner a tu disposición mis talentos para que los utilices al servicio del evangelio. Dame la sabiduría para encontrar el espacio para participar y opinar. Que la apatía no me aleje de ti, sino que con nuevas fuerzas esté listo para actuar.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor, ayúdame a renovar tu Iglesia»

Recalculando:

¿Estás informado sobre el Sínodo 2018? ¿Sabes cómo participar? ¿En tu comunidad hay alguna actividad? Te invitamos a investigar en redes sociales, en Internet y en tu parroquia, los medios disponibles para seguir las actividades y a participar activamente para renovar la Iglesia, tú Iglesia, nuestra Iglesia.

Texto del Evangelio de hoy: San Marcos 2:18-22

Una vez, los discípulos de Juan el Bautista y los discípulos de los fariseos estaban ayunando. Algunas personas fueron a donde estaba Jesús y le preguntaron:
—¿Por qué tus discípulos no ayunan? Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos sí lo hacen.
Jesús les respondió:
—Los invitados a una fiesta de bodas no ayunan mientras el novio está con ellos; pero llegará el momento en que se lleven al novio, y entonces los invitados ayunarán.
»Si un vestido viejo se rompe, nadie le pone un parche de tela nueva; porque al lavarse el vestido, la tela nueva se encoge y el hueco se hace más grande.
»Tampoco se echa vino nuevo en recipientes de cuero viejo; porque al fermentar el vino nuevo hace que el cuero viejo se reviente. Así el vino nuevo se pierde, y los recipientes también. Por eso hay que echar vino nuevo en recipientes nuevos.»

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual  ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.