Evangelio de hoy: San Lucas 11:29–32
Reflexiona:
Jesús dijo: «Yo, el Hijo del hombre, seré una señal para la gente de este tiempo»
Piensa:
¿Alguna vez has visto el acto de un mago o ilusionista? Antes de iniciar sus actos generalmente hacen una prueba, demuestran que «no hay truco». Ellos muestran el sombrero vacío y luego sacan al conejo, y entonces hay dos reacciones: los que se maravillan y rompen en aplausos, y los «racionales» que piensan «esto tiene una explicación simple».
Bueno, en la vida a veces nos ocurre lo mismo, vamos por la vida buscando señales para confirmar o refutar las cosas. Hay quienes creen en todo cuanto se cruza frente a sus ojos, y quienes no creen en nada que no puedan confirmar con hechos científicos.
Hoy el Evangelio nos invita a no «pedir señales», sino a actuar y buscar el bien por convicción propia, por nuestra libre voluntad, y ese es el milagro más grande que podemos presenciar.
Dialoga:
Señor Jesús, quiero pedirte que toques mi corazón que se endurece a cada paso y no acepta las señales de amor que me envías diariamente. Ayúdame a abrir los ojos del alma para poder reconocerte y escucharte en las cosas sencillas de la vida. Ayúdame para que, lleno de alegría y optimismo, dedique mi tiempo a querer, a amar, a sonreír y a poner en práctica mi fe para hacer feliz a los demás.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, fortalece mi fe»
Recalculando:
Proponte realizar un acto de caridad, para fortalecer tu fe.
Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 11:29–32
Mucha gente se acercó para escuchar a Jesús. Entonces él les dijo:
«Ustedes me piden como prueba una señal, pero son malos y no confían en Dios. La única prueba que les daré será lo que le pasó a Jonás. Así como él fue señal para los habitantes de la ciudad de Nínive, así yo, el Hijo del hombre, seré una señal para la gente de este tiempo.
»La reina del Sur se levantará en el día del juicio, y hablará contra ustedes para que Dios los castigue. Ella vino desde muy lejos para escuchar las sabias enseñanzas del rey Salomón, ¡y ustedes no quieren escuchar mis enseñanzas, aunque soy más importante que Salomón!
»En el juicio final, la gente de la ciudad de Nínive también se levantará, y hablará contra ustedes. Porque esa gente sí cambió de vida cuando oyó el mensaje que le anunció Jonás. ¡Pero ustedes oyen mi mensaje y no cambian, a pesar de que soy más importante que él!»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Leer más posts sobre: Lectio Divina
Gracias al apoyo fiel de nuestros socios financieros, American Bible Society ha ayudado a las personas a interactuar con el mensaje transformador de la Palabra de Dios por más de 200 años.
Ayúdanos a compartir la Palabra de Dios con los más necesitados
Haz Tu Donación AhoraSubscríbete
Quiero recibir consejos, materiales y recursos bíblicos.