Evangelio de hoy: San Lucas 12:39–48

Reflexiona:

Jesús dijo: «Dios es bueno con ustedes, y espera que ustedes lo sean con él».

Piensa:

Imagina esta situación: un maestro del colegio solicita «hacer una exposición de 10 minutos sobre un tema determinado». Un alumno realiza su investigación, elabora su discurso y realiza su exposición. Otro además del discurso elabora una presentación de diapositivas e imprime un resumen para sus compañeros. ¿Cuál crees que tendrá mejor calificación? Ambos cumplieron, pero uno de ellos hizo un poco más de lo que se le pidió.

En la vida algunas personas se conforman con hacer lo que se espera, pero hay quienes buscan dar un poco más, poner un poco más de esfuerzo para realizar mejor las cosas, sin que se las pidan. El Evangelio de hoy nos dice que todo cuanto recibimos es obra de la generosidad de Dios y nos invita a compartir con los demás y a ser generosos del mismo modo que él lo es con nosotros.

Dialoga:

Señor Jesús, hoy quiero darte gracias por todo cuanto me has regalado en la vida, y me disculpo si no he sabido corresponder como es debido. Dame, Señor, la vitalidad de espíritu para buscar siempre dar todo de mí a mis hermanos, entregarme por completo a tu voluntad para ser un testigo de tu amor en el mundo.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Siempre hay que dar un poco más»

Recalculando:

¿En qué obras participas en tu comunidad? ¿Pones todo tu esfuerzo para que las cosas salgan del mejor modo o te conformas con hacer solo lo que se te pide? Hoy te invitamos a ser proactivo a no esperar que la necesidad toque a tu puerta sino a salir a buscar a quienes necesitan, para ayudarlos. Proponte una obra concreta y fíjate una meta… y cuando la cumplas, haz un poco más.

Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 12:39–48

»Si el dueño de una casa supiera a qué hora se va a meter un ladrón, lo esperaría para no dejarlo entrar. Ustedes deben estar listos, porque yo, el Hijo del hombre, vendré a la hora que menos lo esperen.»

Pedro entonces le preguntó:

—Señor, ¿esa enseñanza es sólo para nosotros, o para todos los que están aquí?

El Señor Jesús le respondió:

—El sirviente responsable y atento es aquel a quien el dueño de la casa deja encargado de toda su familia, para que les sirva la comida a tiempo. ¡Qué feliz es el sirviente si su dueño lo encuentra cumpliendo sus órdenes! Les aseguro que el dueño hará que ese sirviente administre todas sus posesiones. Pero supongamos que el sirviente piensa: “Mi amo salió de viaje y tardará mucho en volver”, y entonces comienza a golpear a los otros sirvientes y sirvientas, y a comer y a beber hasta emborracharse. Cuando vuelva su amo, en el día y la hora en que menos lo espere, lo castigará como se castiga a los sirvientes que no obedecen.

»El sirviente que conoce las órdenes de su dueño y no las cumple, recibirá un castigo severo. Pero el sirviente que, sin saberlo, hace algo que merece castigo, recibirá un castigo menor. Dios es bueno con ustedes, y espera que ustedes lo sean con él. Y así como él se muestra muy generoso con ustedes, también espera que ustedes le sirvan con la misma generosidad.

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual  ^® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.