Evangelio de hoy: San Lucas 14:25-33
Reflexiona:
Jesús dijo: «Piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen.»
Piensa:
Hoy en día casi nadie habla del dolor, evitamos las cosas que nos hacen sufrir, sentimos repulsión por las cosas o situaciones que nos lastiman. Pero debemos recordar que el dolor es parte de la vida misma, y las situaciones difíciles son las que nos hacen descubrir lo fuerte que somos. Claro que no se trata de vivir un gusto masoquista por el sufrimiento, no se trata de «disfrutar el dolor», ni de rendirse en la agonía; sino todo lo contrario, asumir el dolor es buscar la forma de aprender de cada situación por muy difícil que esta sea. Sacar lo mejor de nosotros y no congelarnos ante el sufrimiento.
La vida no es sencilla, pero sin duda alguna, vale la pena vivirla. Vivirla plenamente, no dejemos que el miedo nos impida avanzar, luchemos por sacar valor de la flaqueza porque solo así saborearemos el dulce placer de la victoria.
Dialoga:
Señor Jesús, tú me has dado ejemplo de que el dolor no es un castigo, sino un medio para llegar al Padre. Dame un alma valiente que sepa asumir el dolor y que encuentre en cada paso las palabras de aliento para consolar a aquellos que pasan por alguna prueba.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, que el dolor no me detenga»
Recalculando:
Imagina que tus miedos son como cadenas que te han impedido lograr tus objetivos, ¿Qué te inspira la reflexión de hoy? ¿Cuáles son los miedos que tienes que cortar para avanzar? Busca a alguna persona que tenga algún miedo o trauma y acompáñala y hazle sentir que te importa su vida y que deseas lo mejor para ella.
Texto del Evangelio de hoy:
Una gran cantidad de gente caminaba con Jesús. De pronto, él se volvió y les dijo:
«Si alguno de ustedes quiere ser mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a sus hermanas. Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida. Si ustedes no están dispuestos a morir en una cruz, y a hacer lo que yo les diga, no pueden ser mis discípulos.
»Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿qué es lo primero que hace? Pues se sienta a pensar cuánto va a costarle, para ver si tiene suficiente dinero. Porque si empieza a construir la torre y después no tiene dinero para terminarla, la gente se burlará de él. Todo el mundo le dirá: “¡Qué tonto eres! Empezaste a construir la torre, y ahora no puedes terminarla.”
»¿Qué hace un rey que sólo tiene diez mil soldados, para defenderse de otro rey que lo va a atacar con veinte mil? Primero tendrá que ver si puede ganar la batalla con sólo diez mil soldados. Y si ve que no puede ganar, aprovecha que el otro rey todavía está lejos y manda mensajeros a pedir la paz.
»Por eso, piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen.»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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