Reflexiona:
Jesús dijo: «Si alguien recibe al que yo envío, me recibe a mí. Y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió».
Piensa:
En la política internacional existe la figura de los embajadores, que son diplomáticos que se instalan en un país, representando a otro, como un símbolo de la relación existente entre sus naciones. Claro está que, aunque este personaje representa a otra nación, no actúa por iniciativa propia, sino que todas sus actividades giran en torno a los principios del país que representa.
Hoy Jesús nos hace la invitación de ser sus embajadores ante el mundo. Ayer san Marcos nos presentaba el envío misionero de los discípulos. Hoy San Juan nos recuerda la importancia de esta misión, porque como miembros del cuerpo de Cristo ya no actuamos, o no debemos actuar, en nombre propio, sino que debemos ser conscientes de que nuestras acciones serán tomadas como un reflejo de quien nos envía. Y al mismo tiempo nos invita a valorar la presencia de Dios en cada uno de nuestros hermanos. Acoger a nuestros hermanos es acoger al Señor; ser generosos con nuestros hermanos es dar testimonio de su presencia en nosotros y en ellos.
El Papa Francisco en numerosas ocasiones nos ha recordado que debemos ser una Iglesia en salida, es decir una Iglesia ávida de comunicar a Cristo, no de monopolizarlo para nosotros, sino de recibirlo para llevarlo a otros. Y esto es un privilegio y un gran compromiso. La invitación de Cristo está ahí, depende de nosotros lo que vayamos a responder.
Dialoga:
Señor Jesús, tú siempre te fijas en mis virtudes y en lo que puedo colaborar con tu obra salvadora. Ignoras mis debilidades y pasas por alto las veces que te he ofendido. Hoy quiero ser ese discípulo dispuesto a ser tu emisario por el mundo. Quiero aceptarte en mi corazón para que seamos uno y sí pueda llevarte a otros para que te conozcan y experimenten la grandeza de tu amor.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, te recibo en mi corazón»
Recalculando:
Te animas hoy a ser «mensajero del Señor Jesús». Es decir, la propuesta concreta es dialogar con alguna persona sobre la importancia que tiene en tu vida ser discípulo del Señor. No solamente nos quedamos con su cercanía, sino que habla a otra persona y comparte tu testimonio cristiano. Esto dará más temple a tu vida y muchos te respetarán por tus convicciones.
Texto del Evangelio de hoy: San Juan 13:16-20
Ustedes saben que ningún esclavo es más importante que su amo, y que ningún mensajero es más importante que quien lo envía. Si entienden estas cosas, háganlas, y así Dios los bendecirá.
»No estoy hablando de todos ustedes. Yo sé a quiénes elegí. Pero tiene que cumplirse esto que la Biblia anunció:
“Aquel con quien compartía mi pan, se ha puesto en contra mía.”
»Les digo esto desde ahora para que, cuando suceda, ustedes crean que Yo Soy.Si alguien recibe al que yo envío, me recibe a mí. Y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió.»
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
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