Con el transcurrir de los años he aprendido que se construye la unidad en el matrimonio cuando caminamos una milla extra, cuando trabajamos el cien por ciento, cuando tenemos a nuestro cónyuge como prioridad, cuando cumplimos las responsabilidades de la casa y muchos otros valores familiares que necesitan ser activados.
Alcanzamos unidad cuando hacemos a Dios parte de nuestra relación, obedeciendo su palabra.
- Ser como Jesucristo: Filipenses 2:1-2
«Si Cristo les ha dado a ustedes poder para animar a los demás, y si el amor que ustedes tienen los lleva a consolar a otros, y si todos ustedes tienen el mismo Espíritu y son compasivos, les pido que vivan en armonía y que se amen unos a otros. Así me harán muy feliz. Pónganse de acuerdo en lo que piensan, deseen las mismas cosas».
En esta enseñanza el Apóstol Pablo nos invita a que pongamos los intereses de otros por encima de los nuestros.
A diario se ve cómo los matrimonios tienen diferentes puntos de vista, lo cual lleva al matrimonio a niveles de conflictos que, en algunos casos, duran años para que se resuelvan. Para lograr alcanzar la unidad ambos necesitan estar de acuerdo en su compromiso con los propósitos de Dios para el matrimonio.
- Reflejar juntos la imagen de Dios: Génesis 1:27-28
Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Lo creó a su semejanza. Creó al hombre y a la mujer, y les dio esta bendición: «Quiero que se reproduzcan, quiero que se multipliquen quiero que llenen la tierra y la pongan bajo su dominio. Que dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los seres vivos que se arrastran por el suelo».
Aprendemos que Dios creó dos seres diferentes: varón y hembra, para que juntos reflejen la imagen de Dios. Él creó al hombre y la mujer como sus embajadores para que le glorificaran en la tierra y para que compartieran con otros la necesidad de seguir a Cristo.
Permite que la Palabra de Dios haga de tu vida matrimonial lo mejor que pueda ser, un matrimonio excelente no ocurre sin ningún esfuerzo. Los cónyuges necesitan hacer de su matrimonio una prioridad.
Cambia radicalmente las acciones que sabes que ayudarán en tu relación. Si haces esto, enriquecerás grandemente tu matrimonio, solidificarás tu compromiso al compartir con tu cónyuge tu encuentro con Dios. Permitir que la Palabra de Dios transforme tu vida hará que tu cónyuge, al ver los cambios positivos en tu vida, desee hacerlo también. Si ambos han entregado sus vidas a Dios, cada uno será de ayuda al otro para mejorar la relación. Cuando Dios se encuentra a cargo de nuestras vidas, nuestro matrimonio será toda una aventura.
¿Cómo te ha ayudado la Palabra de Dios en tu vida matrimonial? Déjanos tu comentario.
Leer más posts sobre: Relaciones Padres/hijos
Gracias al apoyo fiel de nuestros socios financieros, American Bible Society ha ayudado a las personas a interactuar con el mensaje transformador de la Palabra de Dios por más de 200 años.
Ayúdanos a compartir la Palabra de Dios con los más necesitados
Haz Tu Donación AhoraSubscríbete
Quiero recibir consejos, materiales y recursos bíblicos.